A dos pasos de la Plaza de Chamberí se encuentra la Catedral de Zamora, un acogedor restaurante regentado por Carlos y José Amago, dos hermanos asturianos que llegaron a la capital para dedicarse a la restauración, donde han logrado una gran experiencia.
Uno de los clásicos del centro, fundado en 1920 y con una sucursal, La Farola, que ya funcionaba en 1864, esta parrilla-sidrería es lugar de encuentro y “folixia” gastronómica para grupos de universitarios y extranjeros. Siempre es fácil reconocer a algún famoso compartiendo tapas y raciones con amigos.
En pleno pueblo de Hortaleza, este mesón era hace un par de décadas un local castizo, especializado en el cocido madrileño. Pero Arturo descubrió la fabada, y este mesón/sidrería pasó a convertirse en una de las esquinas más visitadas de su zona. Es su mujer la que trabaja en los fogones y la que exige que les fabes sean de Navelgas y el compango de Tineo para que su fabada siga siendo su bandera de enganche.