Modesto, popularísimo y bullicioso local que se ha hecho famoso por la generosidad de las tapas que acompañan a sus cañas. La sidra natural (hay escanciadores mecánicos, y hasta “grifo” de sidra por culines) es su otra oferta esencial. La variedad de sus pinchos (que desaparecen y se renuevan con enorme rapidez) una bandera de enganche para una clientela juvenil encandilada con esta atractiva relación calidad/precio.
Raciones y platos más elaborados, como sus croquetas de Cabrales o los huevos rotos, son los habituales en las mesas del comedor, que a mediodía se llena para las grandes raciones, contundentes y a precio más que razonable.
Un ambiente y una oferta que ha convertido a este “Tigre” del luarqués Manolo Lorenzo en uno de los más conocidos locales para tapear del centro y en el que los estudiantes son el alma del local, que han “forzado” la ampliación de la oferta de bebidas, a las que ahora se incoporan los mojitos y caipirinhas…