La barra de entrada a este restaurante-sidrería ha sido el lugar de bautizo sidrero para al menos un par de generaciones de foráneos, turistas que recorren en Madrid sus regiones o que añoran lo que conocieron en directo...
En un ambiente tradicionalmente familiar, bullanguero muchas veces, y sosegado en las mesas, la sidra corre sin recato en la barra, que suele estar llena. La fabada, el pixín o el cabrito han sido desde hace años el reclamo de este local, uno de los clásicos asturianos más conocidos.
Ideal para el menú de mediodía, muy asequible, pero con opciones de más altas miras en sus platos de pescado y carnes traídas del Principado.
De El Escarpín han nacido varios restaurantes asturianos en la capital, como la Cruz Blanca o los Olaya, que mantienen la tradicional relación calidad-precio del original.